miércoles, 24 de junio de 2009

Stonehenge... desde el 3.100 a.C.


Situado cerca de Amesbury en Wiltshire, Gran Bretaña, unos trece kilómetros al norte de Salisbury. Stonehenge esta formado por grandes bloques de piedra distribuidos en cuatro circunferencias concéntricas; la exterior, de 30 metros de diámetro, está conformada por grandes piedras rectangulares de arenisca que, en un principo, estaban coronadas por dinteles, también de piedra, quedando hoy solo siete en su sitio. Dentro de esta hilera exterior se encuentra otro círculo de bloques más pequeños de arenisca azulada. Todo el conjunto está rodeado por un foso circular que mide 104 m de diámetro.
Stonehenge era parte de un complejo ceremonial mucho más grande, que incluía círculos de piedra y de madera y avenidas ceremoniales. Las excavaciones realizadas por el proyecto Stonehenge Riverside, dirigido por el arqueólogo Mike Parker Pearson de la Universidad de Sheffield, permitieron encontrar muy cerca de Stonehenge, un asentamiento de cerca de mil casas. De acuerdo con las evidencias encontradas, estas casas solamente se usaban unos días al año y no se trataba de una aldea habitada permanente.

"El Grito"


El Grito es el título de varios cuadros del pintor Noruego Edvard Munch. La inspiración para esta obra podría encontrarse en la atormentada vida del artista, que siendo aún niño vio morir a su madre y a su hermana.
El grito alcanzó un estatus de icono cultural en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, incluso, en 1961 la revista Time utilizó El Grito en la portada de su edición dedicada a los complejos de culpa y a la ansiedad.
La reproducción de esta obra en toda clase de artículos, desde camisetas hasta tazas de café, pósters, llaveros ... da testimonio de su importancia como ícono, así como de la completa desacralización para el público actual. De esta manera, se puede comparar con otras obras de arte, convertidas también en íconos, como la Mona Lisa de da Vinci. El grito es una obra con gran fuerza emocional, y la banalización de la imagen en la cultura popular se puede interpretar como el intento de desactivar el sentimiento de incomodidad que, inevitablemente, provoca en el espectador, aunque otras opiniones desacreditan esta interpretación por excesivamente complicada, argumentando que los artífices de estos productos solo intentan sacar dinero de la conocida obra.